viernes, 27 de enero de 2012

Un día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir.
Un día, me mintieron de tal forma que me dolió y entónces aprendí a ir siempre de frente con la verdad.
Un día, me falló quien menos imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los actos, hacerse cargo.
Además, un día lastimé a alguien y fue ahí cuando aprendí a pedir perdón.
Un día lo viví triste y cuando llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que llorar.
Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena y noté que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando algo que nunca va a pasar.
Un día, descubrí que tiene sentido enamorarse y pelear por lo que uno siente.
Después de muchos días entendí, que en la vida todos te van a lastimar, pero tienes que encontrar a las personas por las que vale la pena sufrir.
Tienes que sonreír. Tienes que saber Querer. Tienes que tener la grandeza para aceptar tus errores y la valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que cumplir. Tienes que olvidarte de los que te critican y unirte a los que te quieren y por sobre todo... tienes que vivir cada momento como si fuera el último.

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